Muchas
veces nos vemos obligados por la vida a salir, a marchar, a emprender un nuevo
camino que nos lleve a un destino distinto, diferente, en ocasiones incierto y
siempre –pues para eso emprendemos el camino- esperanzados.
La
incógnita de nuestro camino esta en la “confianza” que podamos tener para hacer
el camino o para llegar a esa meta. Lo que si tenemos que saber y tener siempre
muy claro es que “Dios ayuda a las personas a la hora de recorrer su camino en
la vida”. Dios está ahí con nosotros, no nos deja solos, está a nuestro lado,
está en nosotros, hace nuestro camino. Al final de todo sabremos con claridad
que Él es la meta de nuestro camino.
Pero
lo más bonito de nuestro caminar es que Dios siempre pone en nuestro camino a
multitud de personas, además te encontrarás con infinidad de cruces de caminos,
por lo que tu caminar no es nunca un caminar en solitario. De este caminar
aprenderás a pedir ayuda, a prestarla, a cargar el peso de quien no puede con él,
a solicitar te ayuden con tu peso, a compartir lo que tienes para comer o
arrimarte a la mesa de quien tiene si tu no tienes en ese momento, la vida, el
caminar de la vida es eso, un constante compartir, hacer amigos, sentirte
hermano, o padre o madre o hijo para los otros de acuerdo a cada circunstancia
de to peregrinaje.
Pero
si quieres que tu camino te lleve a buen puerto ten por seguro que esto lo
alcanzarás si en esa gran peregrinación que es tu vida, con regularidad haces
un alto reposas y para llenar tus
fuerzas, encontrar el sentido de tu vida
y descansar en el banquete que para ti y para todos te ofrece Jesús en el
Altar, si comes su Cuerpo y bebes su preciosísima Sangre. Este COMULGAR es
quien te sostendrá durante toda la vida y quien hará posible que cuanto haces
por los demás tenga auténtico sentido pues estará repleto de amor, pues si Dios
es amor, si por amor vino Cristo a nuestra vida, si con amor te acercas a
recibirle, es muy lógico que con amor te des tu también como hostia pura y
blanca a los demás, concretamente a aquellos que más te necesiten.
Solamente
Cristo dará sentido al camino que tomes en tu vida, sin él no llegaremos a
parte alguna que realmente merezca la pena esforzarnos por llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario