viernes, 22 de febrero de 2013

Avanza la Cuaresma:




Estamos a la puerta del segundo domingo de Cuaresma. Es tiempo de arrepentimiento, de conversión, de vencer las tentaciones, de dejarnos transfigurar por la Gracia de Dios. Tiempo de volver al Padre.
A través de las Parábolas Jesús nos indica el CAMINO que hemos de seguir, para asegurarnos que después de su recorrido en nuestra vida mortal podamos llegar sin miedos ni temores a la Casa del Padre.
En la Parábola del Hijo Prodigo, El hijo va a casa porque el recuerdo de su padre le infunde valor para volver, y su confesión le da autenticidad: “Padre, pequé contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros”.
Vemos que su propia conciencia le condena, pero en el perdón hay un misterio de humildad que hemos de aprender; hemos de aceptar el perdón mediante un acto de fe en el amor del otro. Con corazón humilde recibimos el don gratuito del perdón cuando se nos brinda. El  hijo pródigo tenía abierto el corazón a su padre, está preparado para el perdón.
En definitiva en un conflicto siente más satisfacción el que perdona que el que es perdonado, porque el hecho de perdonar nos acerca más a un dios que nos perdona siempre, sin condiciones, solamente porque nos ama.

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