sábado, 16 de febrero de 2013

BASTA EL AMOR:




SOLO IMPORTA EL AMOR:

Leí hace tiempo en un libro una historia verídica que me impresionó. Se trata de algo que sucedió en la Alemania de la segunda guerra mundial, una mujer, como tantas miles en toda Europa se había quedado viuda con cuatro hijos, su marido había muerto en el frente, la guerra iba transcurriendo y la miseria se iba apoderando de las pobres familias. Ante el hambre de sus criaturas tiene que buscar la manera de salir cada día aunque sea para mendigar un mendrugo de pan. Un día, después de una de esas salidas en la que había conseguido algo de alimento para sus hijos, cuando regresa a casa ve mucho alboroto de policías, gente y bomberos, una bomba había caído en el edificio y había matado a todos los ocupantes, primero aturdida por lo acontecido, más tarde enloquecida, corre saliendo de la ciudad sin rumbo fijo, y así se pasó semanas, hasta que destrozada se sienta a la orilla de una fuente en un pueblecito y desesperada rompe a llorar. La gente que pasa junto a ella intenta consolarla, pero no se entienden, en su huída del horror de la guerra había pasado la frontera de su país y se encontraba en otro distinto, con otro idioma que no entendía.

Un matrimonio joven se acerca a ella pero no se entienden, la animan a que les acompañe a su casa, pero no puede dar ni un paso, el joven la carga en sus brazos y así la introduce en su humilde casa, donde además de la pareja habitan dos niños muy pequeños y la anciana abuela que está postrada en cama por una larga enfermedad.

La esposa baña a la mujer, cura sus heridas de los píes, le pone ropa limpia, le da algo de comida caliente y acuesta en una cama confortable para que descanse, a la mañana siguiente, el joven matrimonio dejan temprano la casa para irse a trabajar al campo, cuando rompe la mañana la joven esposa regresa a la casa como cada día para levantar a los pequeños niños y asearles y dar las atenciones que necesita la abuela.

 Pero se lleva una agradable sorpresa, los niños están levantados y aseados y ya han desayunado, la abuela también ha sido aseada y ha desayunado, y ha cambiado sus ropas y puesto otras limpias, la casa está toda ella limpia, las camas hechas, todo ventilado y con olor a limpio. La casa parece otra.

La mujer alemana había madrugado también y había trabajado en el hogar que le había abierto sus puertas de par en par. Al cabo de las semanas transcurridas, aunque hablaban idiomas diferentes, para ellos y para ella la vida no podía ser de otra manera que compartirla juntos en el mismo hogar.

Se escucha decir a los “expertos” que hablan en la TV. la radio o se lee en la prensa que el nuevo Papa tiene que ser joven, para que pueda viajar, tiene que hablar no menos de cinco idiomas, tiene que ser de aquí o de allí. Pero yo creo que la cualidad fundamental del nuevo Papa no ha de ser otra que la de ser un hombre SANTO, ya que el idioma del amor es universal, entendido por todo el mundo y en toda lengua, transciende las religiones, y las opciones políticas, las culturas y las diferencias generacionales, lo transciende todo y como procede de Dios lo penetra todo, todo lo invade,  y es lo que más anhela el mundo y lo que más necesita, para poder cambiar esta terrible corriente materialista que parece querer arrasar todo lo que se pone por delante y dividir nuestros pueblos entre pobres y ricos, entre personas útiles o considerar inútil a los que por enfermedad, por edad o por falta de recursos depende de otros para sobrevivir.

¿Cuánto valoramos la oración?. Creo que la oración es fundamental en este proceso de cambio dentro de nuestra Iglesia, y eso está en nuestras manos, está al alcance de todos. Y no solamente la oración, también la confianza en Dios, en el hacer de Él, en su Divina Providencia. ¿O acaso no se va a preocupar Dios por su rebaño?, ¿Tan lejano nos quedan los ejemplos que Jesús nos pone en las parábolas del Hijo Pródigo, de la oveja perdida, etc.,etc.

En cuanto a la renuncia, ¿a quién sorprende?, estamos acostumbrados a renunciar constantemente, el niño en la escuela con buenos principios que le ofrecen droga, el joven que opta por la vida religiosa o el sacerdocio, la pareja que pese a las burlas de todos sus amigos deciden conservar la virginidad hasta estar casados, el hombre de Dios que renuncia a mil cosas para ser más fiel a su ministerio, el Papa anciano que renuncia en la hora en que es mas dependiente de otros por salud o por edad para no ser manipulado, el Papa retirado a una vida monástica que renuncia al aplauso, a la fama al ser reconocido por la calle…, que sí, la vida está llena de renuncias, en todos los campos. Lo triste es ver a tantos y tantas  que cuanto bien harían a nuestra sociedad si presentaran sus renuncias.

Todo lo demás está por ver, y será, al menos referente al nuevo Papa lo que Dios quiera, que sirviéndose de manos humanas y criterios humanos pondrá al frente de su Iglesia a quien Su Infinita Sabiduría considere más oportuno para gobernar su Iglesia.

Cofia en Dios y deja que Él actúe.

Desde Granada con cariño comparto estos pensamientos con todos vosotros, Atentamente,
Fr. Francisco E. García, OP




No hay comentarios:

Publicar un comentario