Es una pregunta que nos hacemos con frecuencia, en
lo político, en lo social, en lo económico, incluso o sobre todo en lo
religioso, aunque en esto todo el mundo opina, pero pocos son los que lo viven,
pero lo cierto es que algo pasa.
La pérdida de valores tiene mucho que ver en los
acontecimientos de nuestro alrededor, ya que esta carencia daña el SER hombre,
el ser persona, el ser civilizado…
Cuando yo era niño había pobreza por todos los
rincones, pero había valores, hoy abundamos en todos los sentidos pero escasean
los valores, ¿el remedio?. Habría que buscar muy atrás, algo se ha ido
perdiendo; empezar por la familia, la educación, las instituciones. Pero es
urgente hacer algo. Alguien tiene que empezar, de lo contrario caminamos hacia
el precipicio, nuestra sociedad se estrellará en alguna parte de su camino por
la vida.
Quizás el remedio sea ser más humildes, no querer
abarcan el MUNDO entero, no querer solucionar los problemas de todo este mundo
confuso y con sentido común empezar a mejorar uno mismo, resaltar con MI VIDA
los valores para que viéndome otros aprendan, ser cada día mejor para que otros
aprendan a mejorar, ser más solidario, más cercano al caído, al afligido, al
que sufre. Recordemos que una palabra puede convencer pero un ejemplo puede arrastrar.
Otra solución está en la FE, tenemos que tener más,
mucha más fe en Dios que todo lo puede, y confiar más en Él, tenemos que orar más
y orar mejor para que nuestro mundo cambie. Son tantos los frentes de batalla
que difícilmente el hombre pueda solucionar los problemas del mundo por sí solo,
pero si nos unimos en la oración nuestro clamor será escuchado.
Avivemos pues nuestra fe en Dios y así se fortalecerá
nuestra esperanza de que podemos cambiar, de que nuestra humanidad puede
mejorar, de que nuestro mundo no está destinado a la guerra, al abismo, a la
muerte, optemos por la vida, la vida es esperanza, es amor, es confianza, es
cambio. La vida se regenera ella sola. La muerte ya hace dos milenios que fue
derrotada.
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