El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena
Cerrados. Con miedo y encima un ruido del cielo que resonó en toda la casa. Pero esta no es una experiencia de terror, es una experiencia de amor, de amor y de confianza, sabían lo que esperaban, tenían confianza en que se cumpliera la promesa del Señor, el envío del Espíritu Santo; además tampoco estaban los “once” solos, María, la Madre, estaba con ellos, era parte de ellos, oraba con ellos y por ellos, por su fidelidad al anuncio del Evangelio del Señor, por sus miedos, sus temores, sus cobardías recientes, oraba con muchos de la Comunidad por los Apóstoles.
Y viene el Espíritu Santo, como un susurro, como un viento que trae
alivio, paz, armonía, consuelo, gozo, sobre todo mucho gozo, un gozo como nunca
antes han experimentado, un gozo que se vive
y siente en el alma, un gozo abarcador, todo lo llena, todo lo inunda, lo
penetra todo, no deja espacios vacíos, todo lo llena con sus 7 DONES que pertenecen a la plenitud de Cristo,
tienen como misión para los Apóstoles, para la Comunidad de entonces y
las comunidades eclesiales de ahora, lo mismo que para nosotros, cristianos de
hoy completar y llevar A SU PERFECCIÓN
LAS VIRTUDES de quienes los reciben. Nos aportan la “docilidad” que
necesitamos como cristianos para obedecer con prontitud esas inspiraciones divinas que esa Fuerza misteriosa que actúa en
nosotros quiere que escuchemos y prestemos suma atención, esa fuerza viene de
Dios, es el Espíritu Santo en nosotros o en la Comunidad.
1. El Don de la Sabiduría: es ese regalo –como todo DON de Dios- que
nos hace comprender, a pesar de nuestras limitaciones lo maravilloso de Dios, sí,
un misterio insondable pero que con lo que Él nos aporta, no por nuestros méritos,
por acción de Él podemos llegar a conocer. Es la FUERZA mística que da esa
inquietud vivida por el hombre, en todos los tiempos, que nos hacer permanecer
siempre en ese estado de búsqueda de Dios, conde el hombre a sentir y hacer
suyo ese pensamiento de San Agustín donde descubro que me creaste, Señor por
amor, y mi vida no estará en paz, dichosa, feliz nada más que cuando retorne a ti
de nuevo.
2. El Don de inteligencia: Es un Don que nos capacite, nos da claridad
de mente y de corazón para apreciar las riquezas de la
FE. Para valorar nuestra Fe, para con humildad
pedirle al Espíritu Santo todos los días: “Señor, yo creo, pero aumenta mi fe.
3. El Don de Consejo: Es esa fuerza interior, que procede del Espíritu
Santo y te capacita para saber decidir con acierto, te enseña los caminos de la
santidad, el poder tomar las decisiones precisas en el momento preciso para
hacer aquello que concuerda con la gloria de Dios y el bien de los demás.
4. El Don de Fortaleza: Es el don que el Espíritu Santo concede al
fiel, esa fidelidad, fruto del amor de Dios te capacita para ser perseverante
en el amor a Dios y el amor al prójimo. Siendo conscientes que en el camino de
la vida hacia Dios nos encontraremos con muchas dificultades, gracias a este
don del Señor encontraremos la manera de superar esas dificultades, la fuerza
para lograrlo.
5. El Don de Ciencia: Es esa luz invocada por el cristiano para
sostener la fe que recibimos con el bautismo. Nos capacita para juzgar con
rectitud las cosas creadas y a mantener nuestro corazón en Dios y en su obra creada
en la medida que nos conduce a Él.
6. El Don de Piedad: Mueve el corazón del creyente para poder
tratar a Dios con la misma confianza con que un hijo trata a su padre. Para esto
nuestro corazón no puede ser ni frío ni indiferente. Tenemos que tener plena
confianza en Él, esa confianza se logra con el AMOR a Dios.
7. El Don de Temor de Dios: Es esa fuerza divina que nos induce a huir de
las ocasiones de pecar, a mantenernos en la GRACIA de DIOS, como decimos todos los días en el
Padre Nuestro: “no nos dejes caer en la tentación” evitando así toda acción que
nos lleve a contrariar al Espíritu Santo. Es el Don que nos SALVA DEL ORGULLO y
que nos hace sabedores de que todo lo que Dios nos da es gratuito, para con nosotros
Dios es todo misericordia.
Estos
DONES que el Espíritu Santo pone en nuestra alma para nuestra santificación
producen, además de las Virtudes, FRUTOS
inmediatos en nosotros. Estos frutos del
Espíritu Santo son: la Caridad, el Gozo, la Paz, la Paciencia, la Longanimidad, la Bondad, la Benignidad, la Mansedumbre, la Fe, la Modestia y la Continencia. Dejemos pues al Espíritu Santo que nos infunda sus siete
DONES para que estoa FRUTOS marquen nuestra vida por el camino del bien, ya que
el fin de todo esto no es otro que ser buenos, es decir, tener y dar bondad,
una bondad dada por Dios para compartirla, no somos buenos cuando lo somos para
nosotros mismos, somos buenos cuando lo somos para con los demás.
¿ qué iba a ser de nosotros,sin el ESPIRITU DE DIOS ?
ResponderEliminarTenemos que recibirlo,con los brazos abiertos para fundirnos con El ,con sus ALAS,EN UN A BRAZO ENORME:LLENO DE AMOR;PARA SABERLO DAR A LOS HERMANOS:FELIZ PENTECOSTES A TODOS: