(Foto: Fortaleza de Narvao: el pico de las águilas -Portugal-) |
Is. 33,
13 – 16.
Dios Juzgará con justicia.
La promesa vale para vosotros
Y para vuestros hijos
Y para todos los que están lejos.
(Hch. 2,39)
Los
lejanos, escuchad lo que he hecho;
los
cercanos, reconoced mi fuerza.
Temen en
Sión los pecadores,
y un
temblor agarra a los perversos:
"¿Quien de
nosotros habitará un fuego devorador,
Quien de
nosotros habitará una hoguera perpetua?”.
El que
procede con justicia y habla con rectitud
y rehúsa
el lucro de la opresión,
el que
sacude la mano rechazando el soborno
y tapa su
oído a propuestas sanguinarias,
el que
cierra los ojos para no ver la maldad:
ése habitará
en lo alto,
tendrá su
alcanzar en un picacho rocoso,
con
abasto de pan y provisión de agua.
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